Avant-propos

Bienvenue sur « Centrale Internationale »

Centrale Internationale est un blog d'actualités et d'analyse entièrement rédigé par des élèves-ingénieurs de l’École Centrale Marseille.

Le fruit d’un module d’enseignement facultatif proposé aux élèves de 2ème année (M1), ce blog est « international » dans le vrai sens du terme car les articles sont écrits par des étudiants français et étrangers, dans neuf langues différentes, à partir de sources toutes aussi variées.

Il est le reflet non seulement d’un important travail linguistique, mais également d’une approche pédagogique innovante qui fait la part belle à l’autonomie et à l’initiative de l’apprenant.

La sélection d’articles que vous y trouverez témoigne à la fois des compétences et du sérieux, mais également de l’engagement et de la passion des personnes impliquées. Au-delà d’une simple production pédagogique, ces textes démontrent l’ouverture, la curiosité, et la réflexion d’un groupe de futurs citoyens du monde.

Bonne lecture !

Gérald Marquis, responsable de l’option

samedi 31 janvier 2015

Las aventuras amorosas de los agentes de Scotland Yard cuestan dinero

Las aventuras amorosas de los agentes de Scotland Yard cuestan dinero


Marie Vanbremeersch y Laure Cadec

Scotland Yard debe indemnizar 539 000 euros a una mujer que tuvo un niño con un agente encubierto.


El edificio de Scotland Yard en Londres.

« Decía que se llamaba Bob Robinson y se presentaba como un izquierdista radical » cuenta  Jacqui en The Guardian. Jacqui es una de las cuatro mujeres con quien Bob Lambert, un policía británico, tuvo relaciones durante una misión.  Esta misión consistía en infiltrar grupos activistas defensores del medio ambiente y de los animales entre 1984 y 1988. Dos años después del nacimiento del bebé, al final de su misión, Bob Robinson abandonó a Jacqui y su hijo. Volvió a vivir con su propia mujer y sus hijos y obtuvo un ascenso por el éxito de su misión. 
Fue en 2012 cuando Jacqui descubrió la verdad, al leer un periódico en que Greenpeace acusaba a Bob de infiltración en los años de campañas antinucleares, es decir en los años ochenta.
Pero Bob no fue el único caso: otro policía, Jim Boyling, se casó y tuvo dos hijos, con falsa identidad, durante una misión entre 1995 y 2000.
Frente a las quejas de las mujeres que tuvieron niños con agentes encubiertos, Scotland Yard se enmendó y declaró que nunca los agentes fueron autorizados a tener relaciones amorosas en el cuadro de su misión. Como los agentes habían « violado las instrucciones oficiales », Scotland Yard no podía ser responsable y, en términos de protección de sus agentes, revelar sus identidades.
No obstante, por primera vez, el juez ordenó a la policía británica que confirmara la identidad de sus agentes. Harriet Wistrich, la abogada de las víctimas, anunció que su objetivo sería obtener el reconocimiento del daño moral de estas mujeres. En efecto, a pesar de las excusas de la institución británica, las mujeres quedan traumatizadas después de aprender que sus antiguos compañeros eran agentes, y Jacqui, por ejemplo, necesitó una ayuda psiquiátrica para no suicidarse. 
Estamos lejos de las aventuras amorosas de James Bond con las fatales “Chicas Bond”…

Fuentes:

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